Cada hora corresponde a un signo, como se muestra aquí. |
Es un reloj de cuerda y, por eso, necesita que estés pendiente de él por si se para. Emite un tic tac ligero y enérgico, que a veces preferirías no oír, porque te recuerda con insistencia el paso de las horas. Quizá por eso lo he tenido abandonado unas cuantas veces. La última ha sido muy larga. A mediados del año pasado, el reloj se paró en las cuatro menos cuarto -entre el dragón y el gallo- y nunca más le hice caso. Sin embargo hoy me ha llamado la atención y he vuelto a darle cuerda. Y ahí está, emitiendo su tic tac.
Según la tradición china, el 2012 es el año del Dragón, símbolo de nuevos aprendizajes y de buena fortuna. Nada que ver con la idea que se tiene de los dragones en Occidente. Sólo hay que recordar algunas de nuestras leyendas y cuentos populares, donde el dragón siempre aparece como una bestia maligna y amenazadora a la que hay que aniquilar. Pero, ¿quién tiene razón?
Son tiempos difíciles, más para unos que para otros. Sin embargo, tal vez deberíamos empezar a ver este año de crisis como un momento de oportunidad y cambio. Yo ya he dado un primer paso dándole cuerda a mi reloj. No me asusta el paso del tiempo, aunque el tic tac me lo recuerde constantemente.
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